sábado, 29 de diciembre de 2012

Bautizo


En el inicio, no había fronteras. Según los enterados, hace muchos años ya, todos los continentes de la tierra estaban agrupados en una gran isla llamada Pangea, con el paso del tiempo las placas tectónicas se fueron moviendo provocando su separación, dando origen, tal vez, a las primeras fronteras.

Después, con el nacimiento de los imperios y los posteriores Estados-Nación el tema de la delimitación fue adquieriendo mayor importancia. Pero hay otro tipo de fronteras, aquellas que son facilmente matizables y que no dependen del entorno, hablo de las sociales.

Hace poco fuí al bautizo de la hija de una conocida de la Universidad. El hecho me impacto mucho, no pasamos de los 22 años y ya empezamos a tener diversiones de viejos, de jefes de familia, ver cómo crece la familia. Según mi madre, una mujer que ya es madre merece; y debe, ser llamada señora pero, ¿cómo llamar señora a quien en su FB aún posa para las fotos?, ¿cómo, quiero que me expliquen, una niña de 20 años debe ser llamada señora?

Y así me quede pensado toda la fiesta, ¿será que ya estoy envejeciendo?, ¿dónde se deja de ser joven, de terminar de crecer, para empezar a ser ¨adulto¨, un poco más  viejo? Díficiles preguntas para un bautizo, tal vez el tiempo me de claridad, no sé qué soy.

Tampoco me gustan las distinciones con base en la edad, criterios biologicistas llevados a la sociedad, como si el desarrollo fisiológico y anatomico fuera señal inequivoca de la madurez intelectual, lo que signifique eso, y así, dependiendo en el intervalo en que nos situemos somos adultos jovenes, adolescentes o simplemente adultos. Qué horror.

Tal vez estoy envejeciendo socialmente, ya soy excluido de las piñatas, me prohiben la entrada a los juegos, debo adaptarme a mi edad, a ir a bautizos prematuros, a pensar que la diversión es una copa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario