domingo, 18 de marzo de 2012

Buscando justificar.

Dice Elena Poniatowska que ella considera como un trabajo barrer, limpiar los pisos, construir, arreglar un auto, hacer de comer, dar clases, escribir pero la política, pues, de eso no está segura de que sea un trabajo pero, ¿será un trabajo escribir sobre política? ¿Acaso, sirve de algo?. 

El autor de este sencillo texto se ha enfrentado a este y a muchos dilemas más con relación a la pregunta anteriormente planteada pero, vamos, ¿sirve de algo escribir de algo? 

Muchas veces la opinión que se pueda vertir sobre tal o cual tema es, la mayoría de las veces, ignorada, se piensa que esto no ayuda en nada a la solución de los problemas o como dicen algunos, que criticamos por envidia o porque no tenemos otra cosa que hacer, puede que tengan razón pero, en mi caso, no lo creo así. 

Cierto día escuche a Lorenzo Meyer, profesor emérito del Colmex, en una mesa de análisis con la periodista Carmen Aristegui decir que los intelectuales, académicos y prospectos de ambos que tenían dos opciones al escribir, para el pueblo o para el poder. En mi caso, para bien o para mal, decidí escribir para mi gente, diseminar lo que voy aprendiendo. Con la pluma se busca combatir la desinformación, brindar más información. 

Si alguien escribe buscando dar su opinión o difundiendo la teoría clásica de política y sociología no es porque considere que esto le brinde una posición por encima de los demás sino que el fin que se persigue es la difusión y el contribuir al análisis de las circunstancias, dar elementos para una reflexión informada y profunda. Se busca difundir, socializar el conocimiento, no sé si el término pueda ser aplicado de este modo y a esta escala, para que no se quede en las solamente aulas. 

Todo estudiante, sobretodo aquel proveniente de las universidades públicas, tiene un deber moral para con la sociedad. Se debe ejercer un dialogo constante y es que será en la misma sociedad donde más adelante, sin importar la carrera que se haya estudiado, se desempeñara profesionalmente. 

Es pues, para mí, el escribir en este blog y difundir el conocimiento aprendido un ejercicio de constante dialogo en el que busco retribuir todo lo que la sociedad me ha brindado, la posibilidad de estudiar, lo más importante. 

Es mi manera de dar gracias y rendir cuentas. 

sábado, 17 de marzo de 2012

México es y será liberal.


Quien haga un análisis profundo de la historia política de México desde su emancipación de España llegara a la conclusión ineludible de que el nuestro ha sido siempre un país con preferencia por el liberalismo. Los gobiernos más representativos de nuestra historia han estado siempre marcados por la filosofía liberal, el de Juárez en el ámbito político, el de Díaz en el económico. 

No es este el espacio para una discusión de los principios que definen a la filosofía política del liberalismo, como aquel que señala que la propiedad privada es un derecho previo a la formación del cuerpo social, pero sí es necesario acotar que no hay un sólo liberalismo sino que el concepto está lleno de matices y que a su vez, podríamos dividirlo en dos grandes apartados, el político y el económico. 

A lo largo de nuestra historia y a pesar de los esfuerzos que intentaron instaurar el socialismo en México, el liberalismo siempre ha sido el dominante y las próximas elecciones para presidente no serán la excepción. Todos los candidatos son liberales pero, a su vez, hay diferencias entre ellos. Podríamos agrupar en el mismo sector a Vázquez Mota, Peña Nieto y Gabriel Quadri y en otro a Andrés Manuel López Obrador. 

El primero a pesar de su lógica discursiva en pro de las clases medias y los trabajadores en realidad toda su plataforma política y económica es corte neo liberal, instaurado en México desde 1982 en el gobierno de De la Madrid, haciendo énfasis en lo económico. El candidato del PRI, Peña Nieto, tiene en su agenda hacer efectivo el gravamen del IVA a alimentos y medicinas (Aquí la nota: http://www.jornada.unam.mx/2012/03/17/politica/010n1pol ), en el mismo tenor Gabriel Quadri propone la eliminación de subsidios en los combustibles. La abanderada del PAN ha expresado su admiración por el manejo de económico durante la dictadura pinochetista en Chile (Aquí una foto del artículo: http://i.imgur.com/hjs1L.jpg ). Como podemos ver, todos los anteriores candidatos propugnan por un liberalismo de corte económico y no político. 

Al proponer grabar los alimentos y medicinas con el IVA y el querer quitar los subsidios a los combustibles se elimina el principio de tributación progresiva, instaurado durante el gobierno de Calles con la reforma hacendaria conducida por el ingeniero Alberto Pani, que grava el consumo según el ingreso, no todos los sectores poblacionales ganan lo mismo, el gravar el consumo se inhibe el mismo, lo que se busca es favorecer el ambito productivo de la economía. Se pasar estar reformas bien podran seguir con quitar el subsido al Metro de la Ciudad de México, por poner un ejemplo. 

El otro candidato es el más difícil de analizar, se le acusa de comunista, populista, demagógico, viejo y demás. Empezaremos diciendo que no es comunista, su base es netamente liberal, antítesis del comunismo y del marxismo. Puede que sea populista pero eso no es necesariamente malo, en los últimos tiempos la connotación del termino populista ha tenido a aludir regímenes políticos que descuidan la economía ya que benefician con programas asistenciales y subsidios a los desposeídos, creo que si es malo o bueno, depende de que se busque, si apoyar a la mayoría poblacional o sacrificarla por tener unan finanzas ¨sanas¨. 

AMLO es un persona de 56 años, liberal en su filosofía política pero que cree que el Estado debe intervenir en la economía, que no cree en el libre mercado y la autorregulación de éste, y esto no significa que buscara expropiar empresas o a personas físicas de sus posesiones. Busca fomentar el desarrollo económico con la competencia, acabar con los privilegios. 

En conclusión, podríamos decir que no importa quien gane las próximas elecciones, México seguirá siendo liberal pero las diferencias entre los dos candidatos sí son sensibles, no todos encarnan lo mismo y sus programas de gobierno llevaran al país por derroteros distintos, toca a los electores elegir que quieren para los próximos 6 años, un ajuste o la profundización del modelo imperante.