jueves, 8 de noviembre de 2012


De $22 000 bajó a $4000 el tratamiento dental que necesito. De $22 000 pesos que cuesta un implante de  última tecnologia bajo a $4000 de una endodoncia con cara de urgente.

Sea poco o mucho $4000 es una cantidad que, para mi nivel socio-económico, pesa. A mi fortuna están que mi familia me apoya y el día de mañana iré a consulta, a iniciar el tratamiento. Pero lo que motiva esta entrada es la precariedad de los servicios de salud en el país.

Como universitario de la UNAM tengo derecho al servicio médico que la institución brinda a sus estudiantes y trabajadores pero, al igual que en el resto de instituciones públicas, las citas están espaciadas por más de 1 mes de diferencia. En caso de una emergencia, ¿qué pasa? simple, acude al IMSS.

Pero en el IMSS y el ISSSTE la situación no es muy distinta, después de haber sorteado los tramites burocráticos, sigue otro largo proceso en cual eres evaluado para después ser canalizado a otra instancia en la que serás atendido, después de los que llegaron antes que tú, que igual merecen la atención.
Lo que me inquieta es la situación por la que deben pasar las personas que no cuentan con ningún sistema de seguridad social. Si para los afiliados es un calvario, para los otros debe ser la muerte. 

¿Qué pasa en México, por qué la atención médica es tan deficiente? ¿Qué faltan, médicos u hospitales? Tal vez, como todo, sea un problema de indole política, de voluntad, voluntad para terminar con los intereses creados que gangrenan los sistemas de salud pública.

Y para ejemplificar lo problematizado, el ISSSTE, caja chica de Elba Esther, junto pronosticos, durante el gobierno de Calderón, institución entregada a manera de retribución por los favores prestados durante las elecciones de 2006, deuda, dicho sea de paso, impagable.

Parece, pues, que todo, es política.

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