viernes, 3 de febrero de 2012

Declaración de principios.

El que escribe se asume como un revolucionario, no tiene un fusil al hombro, tampoco anda en la guerrilla, mucho menos es cubano, es, tan solo, un joven.

Un joven que busca un cambio en la sociedad y que ha decidido consagrar su vida a tan noble objetivo y, ¿cómo lo hara?, escribiendo.

Puede que suene tonto, inutil y esteril pero eso ha decidido él, escribir, y es que, él no piensa que con armas y bombazos se vaya a lograr la revolución, no, hoy ya no. La dominación ha cambiado, ya no es solo militar, laboral, cultural y economica sino también, ideologica, la más dificil de vencer. ¿Por qué? porque las cadenas no se ven pero ahí están, porque es la más dificil de romper.

Y así, de esta manera cobarde y en apariencia, metafisica, es que busco romper con el cerco, difundiendo ideas, luchando en la mente de todos para ganar más corazones y mentes para la disidencia.  Traficando con ideas y argumentos, mi arma es la pluma.

Ofresco nuevas ideas para pensar, vendo mundos posibles y distintos, esa es mi oferta. Seduzco mentes hambrientas de nuevas ideas y una platica placentera. Joven escritor que busca contrastar, doblegar.

Aquí está joven que quiere y cree poder cambiar el mundo cuando la razón, maldita sea ella, le dice que no.